miércoles, 29 de agosto de 2012

Familias que buscan a sus niños posiblemente sustraídos en maternidades españolas, se personan en la querella que instruye la jueza María Servini de Cubría

 
 

El negocio de los bebés robados empezó en las cárceles franquistas y continuó durante la democracia

 
“Para mí, mi hermano es la presencia de una ausencia”, explicaba a EL PLURAL.COM Soledad Luque fundadora junto a ocho de sus hermanos de la asociación “Todos los niños robados son también mis niños”, que se persona en la querella de Argentina por las víctimas del franquismo. Busca a su hermano Francisco, gemelo de Soledad. Los niños nacieron el 25 de enero de 1965 en la maternidad madrileña de O´Donnell y el varón tuvo que ser trasladado a la incubadora. Según los doctores, se iba reponiendo hasta que por fin, la madre recibió la buena noticia de que en dos días, se lo podría llevar a casa. “Cuando mi padre fue a la mañana siguiente, un médico le comunicó que Francisco había muerto. No le dejaron ver el cuerpo”, relata Soledad. El padre y su hijo mayor de 21 años fueron a recoger al bebé para enterrarlo. Les dijeron que le habían incinerado pero ignoraban donde estaban las cenizas. Como suele ser común en estos relatos de niños presuntamente robados, una monja fue la que negó la posibilidad de recoger los restos, una monja bajita, regordeta y con gafas redondas.
 
Ni historial médico ni partida de bautismo
Los padres de Soledad vivieron hasta su fallecimiento un duelo permanente inquieto y desconfiado. De fondo la sensación de irrealidad. Los hermanos de Soledad compartieron esa carga hasta que hace dos años se lo comentaron a ella, ignorante hasta entonces de todo y que de golpe se encontró con la desazón de saber que había dudas razonables sobre la muerte de su gemelo. Dudas que se fueron profundizando en las indagaciones: la Maternidad Provincial de O´Donell desapareció en 1965 y el hospital Gregorio Marañón que heredaría sus historiales no entró en funcionamiento hasta 1968. Nadie sabía nada. Sol consiguió una pista: Los documentos podían estar en los sótanos. Se lo comunicó a la Fiscalía… que aún no se conoce que haya actuado. No consta bautizo alguno de Francisco Luque Delgado en los libros de bautismo de la citada maternidad ni en la parroquia aneja. Las indagaciones en el tanatorio y el cementerio arrojan similar oscuridad.
 
“Puede que seas nuestra hermana…”
La historia de esta familia es muy parecida a la que en toda España protagonizan miles de personas que buscan a sus hijos y hermanos nacidos y “fallecidos” entre 1950 (y aún antes) y finales de los ochenta. Entrar en cualquier portal de Internet relacionado con el tema de niños robados es un rosario de narraciones similares: “Pensamos que mi hermano nacido en Santa Cristina fue adoptado. Dijeron que había muerto, mis padres nunca lo han creído” “Busco a mi hijo/a que nació en Cinco Llagas Sevilla en septiembre de 1968, por favor necesito saber como pedir los papeles …” “Hermanas que buscan a su hermana robada en la década de los 60, si eres adoptada, tienes 47 años, naciste en Granada en el Hospital de San Juan de Dios…. Si crees tener un parecido de pequeña con las niñas de estas fotografías puede que seas nuestra hermana…”
 
Los adoptados indagan
“A partir del año 2008 se produce un auténtico boom de búsquedas porque además del auto del juez Baltasar Garzón sobre memoria histórica en el que entran también casos de niños robados, los adoptados salen a la busca de sus padres biológicos. Ellos reactivan la situación y hacen que el caso adquiera otras dimensiones. Asociaciones de familias y de adoptados en todo el Estado exigen saber qué pasó, hasta el punto de que el Ministerio de Justicia se ve forzado a dar respuestas justo cuando comparece ante los tribunales una religiosa, Sor María, a la que muchos señalan como presunta intermediaria en adopciones. Desde la Secretaría de Estado se anunció a estos colectivos algunas medidas que pasarían por considerar los casos como de detención ilegal, el nombramiento de un fiscal coordinador o la creación de una unidad especializada en rastreo de personas desaparecidas. En ello están, se supone.
 
Miedo por los padres adoptivos
Del mismo modo que los adoptados han impulsado la esperanza de las familias de encontrar a sus desaparecidos, también ocurre que en ocasiones los hijos guardan silencio sobre el encuentro con sus progenitores, porque temen que sus padres adoptivos puedan encontrarse con algún problema al haber realizado la adopción de esa manera. Si bien, en la mayor parte de los casos los adoptantes actuaron de buena fe y creyendo a pies juntillas lo que alguien revestido de la suficiente autoridad les dijo. Cosas como: “Es una madre soltera, no puede cuidarle, lo cede en adopción, sólo hay que pagar una cantidad por los gastos médicos porque no tiene posibilidades…” Muchos pagaron y recibieron a su hijo sin sospechar nada.
 
Tráfico de miles de niños
Las asociaciones que se adhieren a la querella son hoy por hoy: Aberoa, Alumbra, Colectivo sin identidad, Todos los niños son también mis niños, Origens (Associació de nens robats i adoptats irregularment de Balears) y con el decidido propósito de hacerlo pero aún pendientes de celebrar una asamblea, según explica Soledad Luque, se encuentran Bebes robados Región de Murcia, SOS bebés robados Almería, SOS bebés robados de Cádiz y SOS bebés robados Euskadi. Concluye Soledad Luque: “Nos querellamos por la desaparición de nuestros familiares. Por la desaparición y el tráfico de miles de niños que ha causado un gran dolor a la sociedad española, a miles de familias cuyos hijos les fueron arrebatados y a miles de personas desconocedoras, todavía hoy día, de su verdadera identidad. Por todos nosotros, por que cada pequeña historia nuestra pueda reformular en términos apropiados y correctos la verdadera historia”.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario