En busca de la verdad sobre el poeta
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica española presentará hoy en el juzgado de Servini de Cubría un escrito para que la Justicia argentina contribuya a investigar el crimen del escritor.
Por Adrián Pérez. Página12.
A los muertos que en España estuvieron más vivos como muertos que en ningún lugar del mundo durante la Guerra Civil, Federico García Lorca le rindió tributo con su obra, con su vida. A cuatro meses de cumplirse ochenta años de su asesinato, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) española presentará hoy en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría un escrito para que la Justicia argentina contribuya a investigar el crimen del poeta. El oficio pide a la magistrada argentina que remita una comisión rogatoria al titular del Juzgado de Instrucción de Madrid que corresponda para que recabe del Ministerio del Interior español copias certificadas de un documento de la 3ª Brigada Regional de Investigación Social de la Jefatura Superior de Policía de Granada. Es la primera vez que un archivo oficial del franquismo reconoce que García Lorca fue asesinado y que la querella argentina pide avanzar en la pesquisa sobre su muerte y desaparición.
En el informe redactado por la policía de Granada, fechado el 9 de julio de 1965 y publicado en el Ministerio de Gobernación, Dependencia Política Interior, el escritor granadino es calificado de socialista por su relación con Fernando de los Ríos y “otros jerifaltes de igual signo político” (sic), se lo considera masón y es sindicado como integrante de la logia Alhambra. El expediente señala además que la Brigada Regional de Policía lo había tildado de realizar “prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser vox pópuli”, y reconoce que “no habían antecedentes de casos concretos” en tal sentido.
Al producirse el golpe de Estado contra la Segunda República (rebelión liderada por Franco, el “Glorioso Movimiento Nacional”, para los escribas policiales), García Lorca había llegado a Granada. Dos visitas de las fuerzas represoras lo empujaron de su domicilio madrileño a refugiarse en casa de los ex falangistas hermanos Rosales Camacho. De allí salió detenido, entre los últimos días de julio y los primeros de agosto de 1965, por una orden del Gobierno Civil ejecutada por Ramón Ruiz Alonso, diputado de la Confederación Española de Derechas Autónoma, Juan Trescastro y otros hombres cuyos nombres fueron tachados de los registros oficiales. Los alrededores de la casa fueron atestados de milicias y guardias de asalto, apostados de modo ampuloso en bocacalles y tejados del barrio. Los documentos policiales indican que el poeta fue sacado tiempo después de los calabozos del Gobierno Civil “por fuerzas dependientes del mismo” y fue llevado en un coche a la localidad de Viznar, con otro detenido cuyas circunstancias se desconocen, para ser “pasado por las armas”, en un lugar conocido como Fuente Grande.
Adriana Fernández representa en Argentina a la ARMH y es querellante en la causa que investiga los crímenes del franquismo. Señala, en diálogo con Página/12, que los documentos que entregará en Comodoro Py, acompañada por Ana Messuti y Máximo Castex, abogados de la querella, confirman que García Lorca fue ejecutado. “Es la primera denuncia que se hace para que se investigue esta documentación que probaría su asesinato”, dice. “No queremos que los nombres de nuestros familiares queden manchados como traidores a la patria. Queremos que se reivindique esa lucha porque ellos apoyaban una forma de gobierno libertaria, igualitaria, llena de valores”, completa.
Desde Madrid, Emilio Silva, titular de la ARMH, afirma que el texto que Fernández dará a Servini permaneció oculto durante más de tres décadas de democracia, en el archivo del Ministerio del Interior, y que llegó a la asociación de forma anónima, con el pedido de guardarlo hasta tener autorización para hacerlo público. “Nuestra intención, además de denunciar el caso –adelanta Silva–, es tratar de que la causa abierta en Argentina contribuya a la apertura de los archivos en los que tenemos constancia que permanecen ocultos por el Estado español, cuya ocultación sirve para dañar a las víctimas y beneficiar a los verdugos.”
Ana Messuti destaca que no se debe olvidar que se trata de una causa de crímenes contra la humanidad. “Pero además de inscribirse entre los crímenes contra la humanidad cometidos durante ese período, hay algo universal que resulta particularmente lesionado con la muerte del poeta: es la humanidad que pierde una de sus voces más maravillosas”, sostiene la abogada. Sobre el derrotero judicial de la denuncia, Máximo Castex advierte que una vez recibida, la jueza deberá resolver si hace lugar al pedido de la querella. Si la respuesta de la magistrada es afirmativa y la medida es remitida a la comisión rogatoria, el juez español que resulte sorteado deberá tramitar el pedido de colaboración.
Según la historia oficial, el cuerpo de Federico García Lorca fue enterrado en un paraje “muy a flor de tierra, en un barranco, en un lugar que se hace muy difícil de localizar”. El poeta había escrito, antes de su desaparición: “En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida”.
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