Xarxa catalana i balear de suport a la Querella Argentina: junio 2023

Si tenemos que describir la jornada del 3 de junio de 2023 con tres palabras sería emoción, dignidad y reparación. Habría que añadir a estas tres palabras, una cuarta, gratitud. Emoción la que invadió la Casa de Cultura de Huétor Tájar durante el acto que precedió la ceremonia de inhumación de los restos de Cipriano Martos Jiménez. Unos restos que llegaron el día anterior a esta localidad de Granada y que fueron recibidos por su hermano Juan José y los compañeros de éste, así como por representantes de la Xarxa Catalana i Balear de Suport a la Querella Argentina, sin la que todo este largo, penoso y costoso proceso no hubiera culminado en la reparación que se merecía la familia de Cipriano. Gracias a Felipe Moreno y a todas y todos los compañeros que cada día luchan por la verdad, la justicia y la reparación.

Junto a los restos de este militante antifranquista se hizo entrega de la camisa que portaba cuando fue enterrado clandestinamente en una fosa de beneficencia del cementerio de Reus. Lo único, junto a su memoria y sus huesos, que sobrevivió al paso del tiempo y que la familia mostró interés en entregar a un museo de la represión, al de Via Laietana cuando este sea una realidad, así se lo comunicaron a la consellera de Justícia.

La música del álbum Manifiesto de Pedro Faura acompañaba a los asistentes mientras llenaban la sala de la Casa de la Cultura de Huétor Tájar "Puño en alto compañero, puño en alto que ya vengo...". El acto ha sido conducido impecablemente por el investigador y cantaor flamenco Juan Pinilla, comprometido con la defensa de los derechos humanos para las víctimas del franquismo y la transición. Él mismo no es ajeno a la represión franquista ya que su bisabuelo, último alcalde republicano de Huétor Tájar, tras ser detenido fue asesinado en Madrid. Nuestra máxima gratitud por haber hecho de ayer un día inolvidable para todas y todos los asistentes al homenaje que Cipriano merecía recibir en su tierra.

Entre las personas que tomaron la palabra estaba el alcalde de Huétor Tájar, Fernando Delgado, al que hay que agradecer junto a su equipo y en especial a Maika y César, su total disposición y colaboración para el desarrollo del acto y la posterior inhumación, poniendo a disposición de la familia instalaciones y medios municipales.

A continuación el periodista Roger Mateos hizo una semblanza de Cipriano, que empezó relatando su caída de una mula cuando aun vivía en Maldonadillo produciéndose una rotura de hueso y acabó volviendo al inicio de su discurso explicando que esa lesión fue la que hizo posible su identificación entre los cuerpos exhumados de la fosa de beneficencia de Reus en busca de sus restos, y que el ADN confirmaría más tarde que correspondían a Cipriano. A Roger le hemos demostrado nuestra inmensa gratitud infinidad de veces, pero se merece una más: Gracias por su libro, gracias porque sabemos que para él Cipriano es mucho más que su maravilloso trabajo, que ha sido un compromiso que habla de su calidad humana y de su gran profesionalidad.

Tras Roger tomó la palabra Paco Vigueras en nombre de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, que se congratuló por la vuelta a Granada de Cipriano y lamentó lo tarde que ha llegado para tantas familias la recuperación de sus seres queridos, una demora que en muchos casos hará imposible la identificación de los antifascistas asesinados y lanzados a fosas y cunetas, que se cuentan por decenas de miles. Paco terminó dedicándole a Cipriano unos versos de Federico García Lorca:

“Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,

un andaluz tan claro, tan lleno de aventura.

Yo canto su elegancia con palabras que gimen

y recuerdo una brisa triste por los olivos”.

A Paco también tenemos que agradecerle su solidaridad y su imprescindible apoyo.

Seguidamente la consellera de Justícia, Drets i Memòria de la Generalitat de Catalunya habló de los trabajos de exhumación de Cipriano, al que describió como un catalán de Granada o un granadino de Catalunya, así como de la aportación de la emigración andaluza a la lucha por los derechos sociales y políticos de Catalunya. La familia se mostró agradecida con la presencia de la consellera Gemma Ubasart.

El capítulo de agradecimientos a todos los que han hecho posible este día llegó de la voz de Inmaculada Martos, hija de Antonio y sobrina de Cipriano, agradecimientos que le dedicamos a ella por haber tenido en cuenta con generosidad a todas y todos los que han puesto su granito de arena para llegar hasta aquí.

Y la emoción se desbordó cuando subió Antonio Martos al escenario y habló en nombre de sus hermanas Carmen y Paqui y de sus hermanos Juan José y Manuel. Antonio como hombre de un profundo sentido común arraigado a la tierra, tan profundos como sus sentimientos y su generosidad, habló con la sencillez, la humildad y la contundencia que le caracterizan diciendo que a su hermano le quitaron cincuenta años de vida, los que él y sus hermanos han podido cumplir sin olvidarlo un segundo. Antonio dedicó al pueblo de Huétor Tájar unas hermosas palabras, el mejor pueblo de la Vega dijo, el de sus mejores amigos, palabras que hicieron sonreír a un público, que en muchos momentos tuvo que contener las lágrimas.

El acto llegó a su fin con toda la familia en el escenario y el cante de Juan Pinilla que enlazó varios fragmentos de canciones, entre las cuales Campanades a morts y que finalizó con la Internacional cantada a coro y con los puños en alto de todos los asistentes. La despedida fue un ¡Viva Andalucía Libre!, ¡Visca Catalunya Lliure! que fue acompañado de los vivas del público junto a vivas a la Reública, al socialismo y al comunismo.

Entre los asistentes al acto, el diputado de la CUP Xavier Pellicer, la regidora del ayuntamiento de Sabadell per la Crida per Sabadell Nani Valero y el Director General de Memòria Democràtica, Alfons Aragoneses. Partidos como el PCE (m-l) en el que militó Cipriano, Adelante Andalucía, el PCPE, sindicatos como el SAT, asociaciones como la Xarxa Catalana i Balear de Suport a la Querella Argentina, de la Mesa de Catalunya d’Entitats Memorialistes, de les Bruixes del Nord de Sabadell, de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, de La Comuna, de la Asociación Cultural LoQueSomos y del Fòrum de Tarragona per la Memòria. Camaradas de Cipriano llegados de Catalunya, de Madrid, de Zaragoza y de diversos puntos de Andalucía.

Tras el acto una comitiva de más de 200 personas precedida por los hermanos de Cipriano, portando la caja con sus restos, una caja forrada con tela roja como la bandera que ondeó en su lucha contra la dictadura y sobre ésta, la bandera republicana, se dirigió por las calles de Huétor Tájar hasta el cementerio. Esta vez no sería un entierro clandestino. Dignidad es la palabra para definir el cortejo.

A la llegada al cementerio se realizó una parada para depositar unas flores en el panteón donde fueron enterrados los huesos de los antifascistas asesinados en la Cuesta de las Albercas, recuperados por el pueblo de Huétor Tájar tras la muerte del genocida dictador. Ofrenda floral a la que se sumaron el Ayuntamiento de Huétor Tájar y la Generalitat de Catalunya.

La comitiva siguió su camino hasta el panteón 65 donde descansan los padres de Cipriano, que murieron con la profunda pena de la perdida que les infringió el fascismo sin tan siquiera poder despedirse del cuerpo torturado de su hijo. Hoy reposan juntos. Cipriano Martos fue inhumado entre cánticos, aplausos, consignas de memoria, vivas a Cipriano y palabras de despedida, entre las cuales las del portavoz del que fuera su partido y las de Antonio Martos. Antonio recitó de memoria un poema que él mismo escribió para su hermano, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes. Sobre su lápida se puede leer:

“Cipriano Martos Jiménez

1942 – 17/9/1973

Asesinado por los fascistas en Reus.

Por siempre memoria viva de la lucha antifranquista”.

Al final de la ceremonia fueron tantas las flores depositadas en el panteón, que apenas podía verse la foto favorita de Antonio de su hermano Cipriano, entre palomas al vuelo, como símbolo de la libertad por la que luchó. Llegaba por fin la reparación que la familia tanto había reclamado.

Posteriormente las compañeras y compañeros de militancia junto a los integrantes de entidades venidas de todo el estado compartieron una comida con la familia, que quiso agradecer a todos su asistencia. Hubo cante a cargo de Luciano, compañero de militancia de Cipriano y de la compañera Júlia, así como parlamentos de otros compañeros del FRAP en los que se recordó a los últimos fusilados del franquismo el 27 de septiembre de 1975. También tomó la palabra Pablo Mayoral, condenado a muerte junto a Xosé Humberto, José Luis y Ramón, pena que le fue conmutada por la de 30 años. Visiblemente emocionado no pudo contener las lágrimas al recordar a Cipriano.

Y de nuevo la palabra gratitud, a tantas y a tantos, y a la formidable familia Martos Jiménez.